Hoy, en el Día Internacional de la Familia hablamos de Maribel y David, dos abogados que pasaron de un diagnóstico de Esterilidad Desconocida con imposibilidad de tener hijos, a ser hoy una familia numerosa de 6 miembros y lo que pueda venir.
Tenía 27 años cuando Maribel y David deciden que el momento ha llegado, quieren tener un hijo, pero su hijo no llega y entran de pleno en el mundo de los tratamientos de fertilidad.
Tras 4 Inseminaciones Artificiales y 8 tratamientos de Fecundación in Vitro, tanto en la sanidad pública como privada, Maribel y David duramente han conseguido algunos embriones que no implantan. No hay avances, es más, parece que la respuesta es la inversa, a mayores cantidades de medicación y mayor estimulación, los ovarios de Maribel responden peor y no se logran avances. Tras la última FIV con beta negativa en un centro privado de Mallorca, Maribel sufre una hemorragia interna muy grave que la lleva a la hospitalización. Sabe que algo pasa, pero el único diagnóstico que consiguen después de años en tratamiento y un desgaste emocional y físico importante es Esterilidad de Origen Desconocido y la afirmación de que no van a tener hijos.
Maribel decide afrontar la situación, aceptarla e iniciar los trámites para una adopción. No quiere saber nada más de técnicas de reproducción asistida y no quiere someterse ni a más revisiones, ni operaciones, ni pinchazos. Su decisión es rotunda: se acabó
“Fui a Valencia por un acuerdo con mi marido, con la intención de poder cerrar un ciclo de mi vida con la tranquilidad de que había hecho todo por mi parte y quedarnos tranquilos” explica Maribel
Tal y como nos cuenta la pareja, la experiencia fue totalmente diferente, salieron de la consulta con un diagnóstico médico claro y con una cita ya programada para una cirugía que corrigiera el útero en forma de T.
“Sobre todo me di cuenta de que, tras conocer a la doctora y a su equipo, si no me embarazaba con ellas, no me embarazaría con nadie. Por fin ellas sabían lo que ocurría. Durante tres años me habían hecho cientos de ecografías y, ¿nadie había visto mi problema en el útero?” se pegunta Maribel.
Según la Dra. Crespo: “Cuando realizamos una exploración y mandamos pruebas es importantísimo saber qué vamos a buscar, eso va a determinar también qué momento del ciclo es el apropiado para realizar esas pruebas diagnósticas. Solo si encontramos la causa iniciamos el tratamiento, si no sabemos qué ocurre, continuamos investigando con todos los medios que hagan falta. No vamos a someter a la paciente a un tratamiento sin determinar la causa, porque entonces es como dejar que el azar se encargue de nuestra responsabilidad”
El 3 de octubre de 2012 y tras 8 meses desde la fecha de su primera visita con la Dra. Crespo, fue la transferencia embrionaria de 2 de los 5 embriones conseguidos tras una cirugía correctiva del útero en forma de «T» y una hidrosalpinx bilateral. El 16 de octubre de 2012, Maribel y David consiguieron su primera y deseada beta positiva que resultó en Carme y Mauro
En mayo de 2015, Maribel y David volvieron a Valencia para repetir la experiencia. «Tras el gemelar quise hacerlo fácil, Maribel venía de Mallorca y la vi bien y le transferí un embrión que resultó en un aborto que de nuevo le destrozó el útero. Tuvimos que intervenirla de nuevo para limpiar todos los restos y las adherencias y, tras la experiencia previa de la transferencia embrionaria con un único embrión y su útero intervenido, tomamos la decisión de transferir los dos embriones que quedaban cuyas calidades aparentemente no eran tan buenas» Nos comenta Juana Crespo.
Maribel que había venido para buscar otro hijo, salía el 8 de febrero de 2015 sin ni siquiera intuirlo con sus dos pequeñines ya dentro luchando por pasar de ser dos posibilidades a dos maravillosas realidades llamadas Nico y Martina y que hoy tienen 7 meses.
El resumen que en la historia clínica de Maribel y David se lee es de 5 embriones y 3 transfers de 2-1-2 embriones con resultado de 2 gemelares, pero lo que su informe no muestra es que Maribel, que llegó a Valencia rota, sin esperanzas, sin haberse embarazado nunca, fue una gran luchadora que gestó tres veces y que junto con David, pilar y parte imprescindible en esta historia, Carme , Mauro, Nico y Martina forman una familia numerosa que, quien sabe, no descarta volver a Valencia, simplemente para echar un vistacito a la clínica.