¿Qué significa ICSI?
ICSI son las siglas en inglés que se refieren al procedimiento de inyección espermática intracitoplasmática, está técnica incluida dentro de una Fecundación In Vitro o FIV comenzó a utilizarse a principio de los años 90 y es de las técnicas más utilizadas dentro del laboratorio FIV.
¿En qué casos se realiza la ICSI?
Es recomendable utilizar la ICSI cuando existe un factor masculino debido a que en la muestra no hay espermatozoides (Azoospermia), el número de ellos es insuficiente (Oligozospermia) o hay problemas de movilidad.
También cuando hay una enfermedad infecciosa como el VIH o la hepatitis y en caso de enfermedades inmunitarias.
Está indicado en los procesos en los que el varón se ha sometido a un proceso de preservación de la fertilidad mediante vitrificación, procedimientos oncológicos o tratamientos médicos agresivos en los que se ha congelado la muestra de semen previamente, antes de que sea dañada por los fármacos, cuando resulta muy complicado obtener más muestras.
¿Cómo se lleva a cabo la ICSI?
Los pasos previos a realizar la ICSI son los mismos que en una FIV tradicional o clásica, es decir, hay una estimulación ovárica y una punción. Una vez los óvulos están en laboratorio de FIV, el experto puede lograr la fecundación con una FIV tradicional o una FIV-ICSI.
Primero que nada, se obtienen los óvulos de la paciente, quien ya llevó un tratamiento hormonal previo. Este tratamiento consiste en estimular los ovarios para que produzcan óvulos. Después de unos días se extraen los óvulos por aspiración, anestesiando a la paciente. A continuación se prepara el semen, seleccionando los espermatozoides móviles más viables. En este momento se realiza la inyección intracitoplasmática, como se indicó antes.
En la FIV tradicional, el especialista pone en contacto el óvulo con una muestra de semen ya capacitada (unos 100.000 espermatozoides) de manera espontánea y natural solo uno de los espermatozoides lograra romper la corteza del óvulo para llegar a su núcleo y fecundarlo-.
En un proceso de FIV con ICSI, es el especialista el que selecciona de toda la muestra aquel espermatozoide óptimo (por su movilidad, morfología, etc) y, mediante una microinyección, perfora la corteza del óvulo y lo deposita directamente en el citoplasma, facilitando el camino de este para lograr la fecundación.
En la realización de una ICSI, la intervención o manipulación durante el proceso es mayor que en una FIV tradicional. No obstante, es una técnica que aumenta las tasas de éxito de fecundación, por ello es muy importante la experiencia del embriólogo o especialista.
Más información sobre la ICSI
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