Muchas pacientes nos preguntan si existe alguna relación entre celiaquía y embarazo, si esta condición afecta a su fertilidad o si existe algún riesgo para el feto si se diagnostica esta enfermedad.
Tanto el embarazo como la búsqueda del mismo suponen una etapa importante en la vida de la mujer, y la dieta adquiere un papel fundamental en ella debido a las exigencias nutricionales del proceso.
Por eso, detectar/controlar posibles intolerancias o alergias es clave.
Qué es la celiaquía y por qué puede afectar a la fertilidad
La celiaquía o enfermedad celíaca es una «enfermedad crónica» reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que consiste en una afección autoinmune que daña al revestimiento del intestino delgado y se manifiesta como una reacción inflamatoria que tras la ingesta de alimentos con gluten, dificulta la digestión y la absorción de nutrientes.
Algunos de los síntomas de la celiaquía son anemia, fatiga, dolor articular, pérdida ósea, hígado graso y otros trastornos hepáticos y del tracto biliar, neuropatía, molestias abdominales (dolor, distensión abdominal, o gases), cólicos, diarreas o indigestión.
Pero, ¿cómo es posible que un problema aparentemente digestivo y relacionado con la absorción intestinal, pueda poner en riesgo la fertilidad de la mujer?
La celiaquía afecta a un 1-2% de la población adulta y es más frecuente en mujeres (se diagnostican, prácticamente, el doble de casos que en hombres).
En principio, la relación entre celiaquía y dificultad para conseguir un embarazo no parece clara.
Sin embargo, los problemas de absorción de nutrientes pueden causar desnutrición, déficits vitamínicos o pérdida de peso, y asociarse ciclos menstruales irregulares, falta de menstruación e incluso fallo ovárico prematuro, tres condiciones que afectan directamente a la fertilidad femenina.
De la misma forma, las mujeres con celiaquía presentan mayor proporción de menarquias tardías (es decir, retraso de la primera regla), disminución de la reserva ovárica y menopausia precoz.
Además, una celiaquía no diagnosticada se relaciona con un período de vida fértil más corto.
¿Quiere decir esto que no puedo quedarme embarazada si tengo celiaquía?
Las mujeres diagnosticadas de celiaquía conocen su intolerancia al gluten y, siguiendo una dieta adecuada, no tienen porqué presentar dificultades para conseguir un embarazo.
El problema es que esta condición está infradiagnosticada y muchas mujeres no saben que son celiacas cuando buscan el embarazo.
En estos casos, la ingesta de gluten induce la formación de anticuerpos que destruyen las vellosidades de la pared intestinal e impiden la correcta absorción de vitaminas y minerales como el hierro, el zinc o la vitamina B12, todos ellos indispensables para regular el ciclo menstrual y permitir la implantación del embrión.
Es más: algunas mujeres descubren que son celiacas cuando tienen problemas para quedarse embarazadas o han sufrido varios abortos y confirman que la causa son ciertas carencias nutricionales que pueden asociarse a la celiaquía.
¿Puede afectar la celiaquía al resultado de una FIV?
En principio, no hay relación entre celiaquía y embarazo por FIV: las mujeres con enfermedad celíaca diagnosticada y que siguen una dieta sin gluten tienen las mismas posibilidades de éxito en un tratamiento de reproducción asistida que las mujeres con tolerancia al gluten.
El problema está, de nuevo, en las mujeres que no han sido diagnosticadas de enfermedad celiaca o que no siguen una dieta correcta conociendo su intolerancia.
¿La celiaquía puede poner en riesgo el embarazo y el desarrollo del bebé?
Además de suponer dificultades en la concepción, la celiaquía también puede afectar negativamente al desarrollo del embarazo.
Las mujeres celiacas no diagnosticadas tienen un mayor riesgo de aborto espontáneo en las primeras semanas del embarazo.
Esto se debe a que la reacción inmunitaria estimulada por el contacto del gluten con la mucosa intestinal inhibe la capacidad del embrión para anidar en las paredes del útero.
Una mala absorción de sustancias nutritivas en el periodo anterior y durante los primeros meses de la gestación también puede provocar carencias de calcio, hierro y ácido fólico, con un aumento del riesgo de malformaciones del tubo neural y problemas en el desarrollo óseo del bebé.
Otras complicaciones asociadas a la celiaquía no tratada durante el embarazo son parto prematuro, bajo peso al nacer o retraso en el crecimiento intrauterino.
¿Cuáles son las recomendaciones dietéticas para las celiacas embarazadas?
La única forma de evitar los riesgos de la celiaquía en el embarazo es excluir de la dieta cualquier alimento que contenga gluten o trazas de gluten.
Por tanto, la detección precoz y una correcta alimentación son fundamentales para una gestación segura.
Consulta a tu médico y, en caso de resultado positivo, sigue sus instrucciones para saber qué alimentos puedes consumir y cuáles debes evitar.
En principio, la dieta sin gluten no tiene repercusión en el crecimiento ni en el desarrollo fetal, y tampoco en la composición de la leche materna. Además, el gluten es una proteína que, por sí misma, carece de valor nutricional y no aporta ningún nutriente esencial ni para ti ni para tu bebé.
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Tendrás que llevar una dieta equilibrada (como cualquier embarazada) y puedes comer cereales que no contienen gluten, como por ejemplo el arroz, el maíz o el trigo sarraceno.
También pseudocereales como la quinoa y legumbres para consumir una cantidad suficiente de hidratos de carbono y proteínas de alta calidad.
Siguiendo estas pautas, en principio no son necesarios controles específicos o tratamientos farmacológicos durante un embarazo con celiaquía, aunque, en ocasiones, pueden prescribirse suplementos de hierro, calcio o ácido fólico.
¿Heredará el bebé esta enfermedad?
La celiaquía es una condición hereditaria y está vinculada a una predisposición genética.
Sin embargo, la intolerancia al gluten no se detectará hasta que haya manifestaciones clínicas, es decir, hasta que no introduzcas los cereales en la alimentación de tu bebé.
Cuidar tu alimentación es muy importante en todas las etapas de tu vida, especialmente si quieres ser madre o estás embarazada.
Si sospechas que podrías tener enfermedad celíaca, consulta con un especialista para confirmar el diagnóstico.
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