En Equipo Juana Crespo somos expertos en medicina reproductiva de alta complejidad. Por eso, en nuestro blog abordamos todo tipo de cuestiones relacionadas con problemas de fertilidad.
En este artículo, hablamos de endometriosis y adenomiosis uterina. Dos términos que, a menudo, están directamente asociados y que, entre otras consecuencias, pueden llegar a afectar la capacidad reproductiva de la mujer.
¿Cuál es la diferencia entre la adenomiosis y la endometriosis?
La endometriosis es una enfermedad crónica y benigna que provoca la invasión de las células endometriales hacia otros órganos reproductores (los ovarios, las trompas de Falopio o la vagina, por ejemplo) y también hacia otras áreas y órganos cercanos (como el intestino u otras zonas del abdomen), mermando su función y pudiendo llegar a inhabilitarlos.
Se manifiesta en un 10-15% de las mujeres en edad fértil y se relaciona con dificultades para concebir (siendo de las primeras causas de infertilidad femenina). Además, por supuesto, de afectar a la calidad de vida de quien la sufre.
En un 10% de los casos, la endometriosis aparece asociada a la adenomiosis. De hecho, es tal su relación que, a menudo, en el campo de la ginecología y de la medicina reproductiva, también se denomina a la adenomiosis como: endometriosis interna.
¿Qué es la adenomiosis? Cuando hablamos de adenomiosis, hacemos referencia a la presencia de tejido endometrial en el miometrio, la capa muscular del útero; responsable, entre otras cosas, de provocar las contracciones uterinas durante el parto.
Dicho de otro modo, así como la endometriosis consiste en el desplazamiento de tejido endometrial, en la mayoría de los casos, fuera de la cavidad uterina, provocando lesiones inflamatorias en otros órganos; en la adenomiosis, el desplazamiento de esas células endometriales, únicamente será hacia la zona del miometrio. Es decir, hacia la capa central situada entre la capa exterior del útero (también denominada perimetrio o serosa) y el endometrio (la capa de mucosa interna, que formará el pequeño colchón en el que, en caso de embarazo, se implantará el embrión).
La relación entre el endometrio y el miometrio es evidente, aunque ambas capas están perfectamente delimitadas. Por eso, cuando parte del tejido del endometrio se aloja en el miometrio, puede dar lugar a masas o tumores dentro del útero (adenomiomas) que ponen en riesgo la salud de la mujer.
¿Por qué se produce la adenomiosis?
La adenomiosis se da en un porcentaje mucho menor que la endometriosis (apenas un 1% de la población femenina). Normalmente, se diagnostica a mujeres de más de cuarenta años que han tenido uno o varios partos. Sin embargo, también puede darse en mujeres más jóvenes y sin hijos, aunque este caso sea mucho más excepcional.
Entre las posibles causas de la adenomiosis, destacamos:
- La Invasión directa de las células del endometrio hacia el músculo que forma la pared uterina. La adenomiosis por este motivo se produce cuando se realiza una incisión uterina previa (cesáreas, legrados, histeroscopias, etc.) que facilita el crecimiento e invasión de las células endometriales.
- Las alteraciones en el desarrollo del aparato reproductor de la mujer. Algunos expertos observan la posibilidad de que dicho tejido endometrial del miometrio esté alojado en el músculo uterino desde la formación del feto y que, con el tiempo, se desarrolle dando lugar a tumores.
- La Inflamación uterina asociada al parto. En algunos casos, durante el parto se produce una rotura del límite normal de las células que recubren el útero. Esta rotura facilita que las células del endometrio lleguen al miometrio.
Tipos de adenomiosis
En función de su extensión y localización, la adenomiosis puede ser focal o difusa.
La primera se manifiesta en forma de tumores localizados, mientras que la segunda es la más común y afecta a gran parte del miometrio, provocando que el útero aumente su tamaño de manera desmesurada.
Por otra parte, y según la ubicación del tejido endometrial en el miometrio, se puede distinguir entre adenomiosis superficial y adenomiosis profunda.
Síntomas habituales y diagnóstico
Los síntomas habituales la adenomiosis uterina son:
- Dismenorrea (dolor menstrual)
- Menorragia (reglas demasiado prolongados o abundantes)
- Dispareunia (dolor al mantener relaciones sexuales)
- Dolor en la parte baja de la espalda
- Sangrado no relacionado con la menstruación (metrorragia)
- Anemia
Otro de los síntomas evidentes de la adenomiosis es, como ya hemos mencionado, el aumento del tamaño del útero. Este hecho, aunque no puede comprobarse sin un examen diagnóstico adecuado, puede manifestarse a través de dolor pélvico y de la presión en la parte baja del abdomen. Estas dos señales pueden ponerte alerta sobre la presencia de esta afectación.
Respecto al diagnóstico, no siempre es sencillo. Los síntomas de la adenomiosis son inespecíficos (algunas mujeres pueden manifestarlos o otras no) y pueden coexistir con otras enfermedades pélvicas, dificultando, por tanto, su posible diagnóstico.
En Equipo Juana Crespo, sin embargo, somos especialistas en el tratamiento de la adenomiosis, así como en su diagnóstico. Nuestra primera visita médica, no sólo incluye una entrevista en profundidad y una anamnesis y estudio de la fertilidad, sino también una exploración ginecológica completa que será la que nos permita realizar un diagnóstico personalizado. Para ello, algunas técnicas que utilizaremos serán:
- La exploración pélvica (para detectar si el útero tiene un tamaño superior al considerado normal).
- La ecografía transvaginal (para detectar posibles lesiones en el miometrio).
En caso de ser necesario, completaremos la fase de diagnóstico con la prescripción de pruebas adicionales como:
- La resonancia magnética (para completar la información que pueda aportarnos la ecografía).
- La histeroscopia diagnóstica o la histerosalpingografía (para estudiar la arquitectura de la cavidad uterina y de las trompas de Falopio y valorar, así, el estado del útero de un modo mucho más detallado).
Tratamientos en Equipo Juana Crespo: ¿Cómo afecta a la fertilidad de la mujer?
El crecimiento del tejido endometrial está relacionado con la cantidad de estrógenos en el organismo de la mujer.
Los estrógenos son una de las hormonas que controlan los ciclos menstruales y el funcionamiento del aparato reproductor femenino. Por este motivo, la administración de tratamientos anticonceptivos o de fármacos anti estrógenos puede ser eficiente para reducir la sintomatología de esta enfermedad.
En Equipo Juana Crespo, además de personalizar los protocolos de medicación para cada paciente, realizaremos un seguimiento continuo de su adaptación y evolución durante esta etapa, para el futuro éxito del tratamiento de reproducción asistida.
Por otra parte, adenomiosis es una condición que puede interferir en el transporte de los espermatozoides y obstaculizar el proceso de implantación del embrión. De ahí que nuestra primera visita médica esté enfocada a la obtención de un diagnóstico personalizado. Pues solo a través de éste determinaremos, desde el inicio, si la presencia de esta patología ha sido responsable (aunque sea de un modo parcial) de las posibles dificultades de la paciente a la hora de lograr el embarazo.
Por último, y dependiendo del tamaño y la extensión de las lesiones o tumores provocada por la endometriosis, nuestro equipo médico puede aconsejar la realización de una intervención quirúrgica. Esta se llevará a cabo en el área de hospitalización la clínica a manos de nuestra unidad especializada en cirugía reproductiva.
Dicha cirugía será, en el 90% de los casos, una intervención mínimamente invasiva destinada a eliminar la mayor parte de las lesiones o posibles tumores del miometrio, reparando la pared uterina, así como la función reproductora del órgano en cuestión.
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