Someterse a una FIV o a cualquier otro tratamiento de fertilidad es una decisión importante, que requiere planificación y seguir ciertos protocolos y tiempos de espera.
Por eso, las parejas que acuden a clínicas de reproducción asistida como la nuestra deben tener en cuenta algunos factores antes de iniciar el proceso.
Entonces, ¿cuándo es la mejor época para empezar un tratamiento de fertilidad? Te contamos qué tener en cuenta a continuación.
¿Cuánto dura un tratamiento de fertilidad?
Cada mujer y sus circunstancias son diferentes.
El tiempo desde la primera visita en la clínica de reproducción asistida hasta conseguir una prueba de embarazo positiva puede variar mucho dependiendo de parámetros tan dispersos como la edad, si tienes reglas más o menos irregulares, si presentas enfermedades crónicas o problemas de fertilidad, etc.
Los pasos y la duración mínima de este tipo de tratamientos son:
- Primera visita y estudio de fertilidad.
- Estimulación ovárica. Debe comenzar con el ciclo menstrual, y la toma de medicación puede durar entre 8 y 10 días.
- Punción ovárica. Confirmada la maduración de los ovocitos, se procede a organizar su extracción mediante punción ovárica 36 horas después (día 12 del ciclo).
- Fecundación. Ese mismo día se realiza la fecundación en el laboratorio. En los cinco días posteriores, el equipo médico valorará cuántos ovocitos han sido fecundados y cuál es el desarrollo de los embriones hasta que consigan las características morfológicas adecuadas para ser implantados.
- Transferencia. Llegado el momento, se hace la transferencia embrionaria.
- Test de embarazo. 10-12 días después de la transferencia de embriones, se hace una prueba de embarazo para confirmar que la FIV ha dado resultado.
¿Cuándo debo empezar con mi tratamiento de fertilidad?
Cada vez más mujeres cumplen su sueño de ser madres mediante una FIV, y muchas se preguntan cuándo es el mejor momento o la mejor época para empezar su tratamiento.
Si nos basamos únicamente en la edad, los expertos apuntan a que, si en una pareja la mujer es menor de 35 años y lleva doce meses buscando el embarazo de forma tradicional sin conseguirlo, debe acudir a un especialista.
En caso de tener 35 años o más, este tiempo se reduce a la mitad (seis meses).
Por otra parte, algunas mujeres quieren planificar su embarazo y se preguntan si es mejor someterse a un tratamiento de fertilidad o hacerse una FIV en invierno o en verano.
Esto es muy importante para iniciar el proceso en el momento adecuado.
Ventajas de empezar un tratamiento de fertilidad en verano
El verano es un periodo de menor estrés. También es época de vacaciones, y por ello muchas mujeres y parejas disponen de más tiempo para llevar a cabo un tratamiento de fertilidad y vivir el proceso de manera más tranquila e íntima.
Ventajas de empezar un tratamiento de fertilidad en invierno
El invierno también puede ser una buena época para empezar un tratamiento de fertilidad porque disponemos de más tiempo de ocio.
Además, la Navidad y las reuniones con amigos y familiares son momentos en los que los sentimientos se acentúan, lo que puede ser decisivo para emprender un proyecto vital tan importante como es la maternidad.
Ventajas de empezar un tratamiento de fertilidad en primavera y otoño
La principal ventaja de comenzar un tratamiento de fertilidad en primavera y otoño es que las temperaturas en esta época del año son bastante suaves. Tampoco hay mucha sequedad o humedad, ni exceso o falta de luz, lo que puede ser beneficioso para el estado de ánimo de la paciente.
Entonces, ¿cuál es la mejor época para empezar tu tratamiento de fertilidad?
No hay un momento clave, sino que depende de cada caso personal. Ahora que hemos explicado los «pros» de cada estación, lo importante es que ordenes tus prioridades para escoger el momento que más te convenga según tus necesidades.
¿Cómo afrontar un tratamiento de fertilidad? Reducir el estrés es clave
Los tratamientos de fertilidad como la FIV son muy demandantes, e implican dedicar parte de nuestro tiempo y de nuestra energía a este proceso.
Elegir el momento idóneo para hacerlo es importante, pero lo fundamental es estar tranquila.
En este sentido, la mejor época para empezar un tratamiento de fertilidad será aquella en la que estés cómoda y segura con tu decisión, y en la que puedas compaginar el proceso con tu jornada laboral y tu vida personal.
También es importante tener un buen estado de ánimo, ya que los pensamientos positivos contribuyen a reducir el estrés y el desgaste emocional.
Por último, durante el tratamiento es crucial tener apoyo, tanto de nuestra pareja como de familia o amigos.
Y, por supuesto, debes confiar en los profesionales, quienes resolverán tus dudas y te ayudarán a llevar cada una de las fases del proceso mucho mejor.
De ahí que desde nuestra clínica ayudemos a nuestras pacientes a introducir buenos hábitos en su día a día (mejorar su alimentación, descansar suficiente, cuidar su físico, etc.) y que les ofrezcamos apoyo psicológico antes y durante un proceso en el que es habitual que surjan sentimientos como la incertidumbre, la inseguridad, la irritabilidad o la tristeza.