El ectropión cervical (o eversión glandular en el cérvix) es una afección del aparato reproductor femenino por la cual las células que revisten el canal cervical se extienden a la superficie externa del cuello uterino, pudiendo llegar hasta la vagina.
Se considera relativamente común en mujeres en edad reproductiva, y tiene mayor presencia en embarazadas, en adolescentes y en pacientes con uso prolongado de anticonceptivos o terapia hormonal substitutiva.
Habitualmente el ectropión cervical es una dolencia asintomática, pero el aumento significativo del flujo vaginal o el manchado durante o tras la penetración pueden ponernos alertas sobre su presencia.
Por otra parte, y aunque las lesiones leves del ectropión cervical no impiden el embarazo, su tratamiento en determinados casos es recomendable para evitar posibles infecciones que pongan en riesgo a la mamá o al bebé.
¿Qué es el ectropión cervical? Definición
Empezaremos por explicar qué es el ectropión cervical.
Como ya sabes, el cuello uterino es la parte inferior y estrecha del útero, y forma un canal desde la base de este hasta la vagina. En esta zona hay una elevada concentración de células especializadas (células epiteliales) que son las encargadas de formar el tejido que lo reviste, conocido como «epitelio columnar central«.
Una de las características de las células del epitelio columnar central es que ayudan a que los tejidos se expandan o flexionen según sea necesario durante el parto.
En algunas ocasiones, este revestimiento se desprende lentamente del cuello uterino y se desliza hacia la cavidad vaginal, formando una protuberancia. Como resultado, se produce una erosión en la zona, con la inflamación de las células y la aparición de rojeces y/o herida. Esto es lo que llamamos ectropión cervical.
¿Cómo se diagnostica el ectropión cervical? Causas y síntomas
La erosión provocada por el ectropión cervical puede crear una apariencia roja, como «en carne viva», cerca de la parte superior de la abertura vaginal. Para su diagnóstico, por lo tanto, es necesario realizar un examen pélvico que, según el caso, incluirá el examen de Papanicolau (citología cervical) y la colposcopia. Estas pruebas permitirán observar el cuello del útero y la herida, y evaluar el tamaño y características físicas y celulares de la segunda.
Puesto que el origen de esta afección se relaciona con la acción de los estrógenos, se asocia con alteraciones hormonales de la pubertad, la menopausia, el embarazo o los tratamientos anticonceptivos orales.
Otras causas del ectropión cervical son lesiones después del parto, alergias a productos de higiene íntima o profilaxis como preservativos o tampones, candidiasis de repetición o infecciones no tratadas (VPH, clamidia, candidiasis, herpes, gonorrea, sífilis, etc.).
Síntomas:
Respecto a sus síntomas, varían mucho en cada mujer y pueden ser imperceptibles.
El malestar en la zona pélvica, la comezón al orinar o el flujo vaginal amarillento y de olor fuerte son recurrentes. En los casos más graves, se puede experimentar dolor y un leve sangrado durante o después de las relaciones sexuales.
Es importante que, ante la presencia de estos síntomas, se consulte al médico o ginecólogo cuanto antes para realizar una evaluación del cuello uterino, detectar el origen de esta herida y establecer el tratamiento más adecuado.
¿Cuál es la relación entre ectropión cervical y embarazo?
Algunas mujeres con ectropión cervical pueden tener problemas para quedarse embarazadas. El motivo es que esta afección puede alterar el pH de la vagina, dificultando que los espermatozoides puedan avanzar y llegar al útero.
Además, si la herida está abierta o se produce una infección, las bacterias pueden llegar a las trompas de Falopio y causar enfermedad inflamatoria pélvica.
Esto ocurre únicamente en los casos más graves: cuando el ectropión cervical es leve, no suele obstaculizar el embarazo.
Otra cuestión relevante es la prevalencia de ectropión cervical en el embarazo debido a los importantes cambios hormonales que se producen durante este periodo en el cuerpo de la mujer.
En este caso, la erosión o herida debe tratarse rápidamente, ya que una posible infección podría llegar al interior del útero e incluso al líquido amniótico, aumentando el riesgo de aborto, parto prematuro e infecciones con futuras complicaciones en el desarrollo del bebé (retraso en el crecimiento, alteraciones en ojos y/u oídos, dificultad para respirar).
¿El ectropión cervical tiene tratamiento?
Cuando el epitelio glandular queda expuesto, tiene menos inmunidad celular, lo que presenta una mayor predisposición a replicar infecciones por agentes externos.
Las mujeres con ectropión cervical son más propensas a desarrollar herpes, virus del papiloma humano (VPH) o clamidia, entre otras infecciones.
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Esto, junto con los múltiples agentes infectantes, puede favorecer la aparición de lesiones escamosas intraepiteliales (LEI) y cáncer uterino. Y es que, aunque esta afección no es cancerosa como tal, cuando está asociada a la presencia de VPH el riesgo de aparición de células cancerosas es mayor.
El tratamiento del ectropión cervical en el embarazo, antes o después de este, es fundamental para prevenir el empeoramiento de los síntomas, las complicaciones y el posible contagio de agentes infecciosos.
Las medidas serán diferentes para cada mujer, dependiendo del tipo de herida y de su causa.
- En los casos leves, es posible que la afección desaparezca con el tiempo y que únicamente sea necesario realizar un control periódico.
- En otros casos, el ginecólogo puede recomendar el uso de cremas y pomadas con propiedades antisépticas, hormonales o regeneradoras que ayuden a cicatrizar la lesión.
- Si la causa del ectropión se vincula directamente a una infección por una ETS, será necesario tomar antibióticos, antivirales o antifúngicos, y aplicar algún tipo de pomada.
- Por último, cuando estos tratamientos son insuficientes o si pasado un tiempo la mujer sigue experimentando dolor que afecta a su bienestar y estilo de vida, se valorará el tratamiento quirúrgico.
El primer paso es eliminar la terapia hormonal e interrumpir el empleo de anticonceptivos orales.
Respecto a las intervenciones, el ectropión cervical puede tratarse con crioterapia (congelar la zona) y diatermia (cauterizante). Ambas técnicas son indoloras, pueden efectuarse de manera ambulatoria y son permanentes.
Aun así, si la paciente vuelve a tomar conceptivos orales pasado un tiempo, es posible que los tejidos del epitelio columnar vuelvan a crecer y a extenderse.
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