Hola somos Jennifer y Jose y esta es nuestra historia. Después de un diagnóstico de endometriosis, nuestro mundo se vino abajo, ahí comenzó nuestro camino en el proceso de fertilidad. En el año 2021 me hicieron en Cuba una laparoscopia con quistectomía bilateral, y pensamos que nuestro camino para ser padres terminaba ahí. Aun así, no quisimos tirar la toalla, llegamos a España en mayo de 2021 y comenzamos el proceso FIV en una clínica de Valencia. En este primer proceso obtuvimos 4 blastos, pero después de dos transferencias negativas, la tercera termino en un embarazo ectópico, el cual derivó en una nueva cirugía, esta vez con salpingectomía bilateral, y ahí sí que pensamos que no quedaban opciones para nosotros. A eso le sumamos que mi antimülleriana era muy baja, y después de visitar la seguridad social y dos clínicas privadas llegamos a la conclusión que lo mejor era optar por ovodonación, al principio no entendíamos por qué, pero decidimos aceptarlo.

Fue en ese punto cuando un buen amigo nos habló sobre la clínica Equipo Juana Crespo y decidimos hacer una visita, total, pensábamos que ya no teníamos nada que perder. Me atendió Tania y me explicó muy bien y con mucha paciencia en qué consistía la Primera Visita.

 

Tras este primer contacto, llegó el día de la visita con la doctora Crespo. Le contamos nuestra historia y le dijimos que no habíamos tenido suerte, a lo que ella me contestó una frase que no olvidaré, «Jennifer, no se trata de suerte, sino de ciencia». Lo que más me gustó de esa Primera Visita fue su determinación, y que tuviera un plan bien definido para nosotros. Me dijo que necesitábamos modificar mi útero, que lo tenía en retroverso, de ahí las reglas dolorosas que he sufrido durante toda mi vida. Entre las pruebas complementarias que me solicitaron tras esa Primera Visita, se incluyó una resonancia, en la que vieron que también tenía adenomiosis, otro diagnóstico que hizo que nuestro mundo se viniera abajo nuevamente. Pero me ayudó a superar ese momento el hecho de que, nuevamente, tuvieran un plan para mí, la doctora Crespo me comentó que tras la punción me harían una histeroscopia antes de la transfer para corregir todas aquellas afecciones que me habían ido diagnosticando, reconozco que en ese momento no quería más cirugía, pero confié en ese equipo que tanta seguridad me estaban dado.

Salimos de la primera consulta con sentimientos encontrados, por una parte estábamos esperanzados pero también con muchos miedos. Pero a medida que fuimos avanzando en el proceso, todos esos miedos fueron desapareciendo. En nuestro camino nos acompañaros la doctora Leisy y la doctora Sara, las cuales fueron muy profesionales, además de las enfermeras Alba y Raquel, muy dulces y siempre dispuestas a ayudarnos.

Después de la experiencia con las otras betas, viví los días anteriores con una angustia terrible y mucha inseguridad, pero el 17 de junio me llamaron para confirmarnos que había tenido una beta positiva y super buena ¡qué alegría sentimos ese día!  Hoy escribo estas líneas embarazada de 17 semanas y ya sabemos que es una niña, vamos con calma y haciéndonos la idea de que seremos papás, pero muy felices y super agradecidos a todo el equipo por hacer posible nuestro sueño. Ojalá todas las mujeres tengan la oportunidad de conocer a este gran equipo, capaz de hacer posible lo imposible, para nosotros fue literal la luz a final del túnel.

Gracias a todo el equipo por tanto amor, por la perseverancia, por sus estudios y por investigar cada día.