Si te preguntas para qué sirve el seminograma, empezaremos por aclarar que los problemas de fertilidad no son exclusivos de las mujeres: el factor masculino está directamente implicado en el 47% de los casos de esterilidad (incapacidad para concebir) y en un 30% de los casos de infertilidad (dificultad para tener hijos).
Las principales causas de infertilidad masculina son los trastornos hormonales, genéticos y vasculares, algunos procesos infecciosos y factores inmunológicos, aunque hay un porcentaje de casos (15%) en los que el origen de la infertilidad es desconocido.
Cuando una pareja visita nuestra clínica de reproducción asistida en Valencia, uno de los primeros pasos es realizar a ambos una primera entrevista y algunas pruebas. Una de ellas es el seminograma, sencilla, poco invasiva y que nos ofrece mucha información sobre la fertilidad del varón teniendo los resultados de la prueba el mismo día de su recogida.
¿Qué es un seminograma?
El seminograma (o espermiograma)es el método de diagnóstico más fiable para evaluar la fertilidad masculina.
Esta prueba consiste en analizar una muestra de semen en el laboratorio para valorar aspectos macroscópicos (volumen, color, viscosidad, etc.) y microscópicos (concentración de espermatozoides, morfología o motilidad de los mismos).
¿En qué casos se hace y para qué sirve el seminograma?
Explicar para qué sirve el seminograma es bastante sencillo: su principal uso es valorar la capacidad reproductiva del varón y determinar problemas de fertilidad en parejas que tienen problemas para concebir.
En clínicas como Equipo Juana Crespo, los resultados del seminograma son fundamentales para elegir el tratamiento de fertilidad o la técnica de reproducción asistida más adecuada: si son normales, puede recurrirse a coitos programados o inseminación artificial, mientras que si el semen presenta alguna patología que compromete la fertilidad del hombre, se optará por una fecundación in vitro.
Por otra parte, otro de los aspectos para los que sirve el seminograma es para detectar determinadas patologías que, además de dificultar el embarazo, pueden suponer problemas de salud para el hombre o para su aparato reproductor. El motivo es que alteraciones hormonales como el hipogonadismo, la hiperprolactinemia, el hipertiroidismo, el hipotiroidismo o la diabetes pueden afectar al desarrollo espermático, y esta prueba ayuda a confirmar su presencia.
Por último, el seminograma es válido y fiable para comprobar la eficacia de algunas intervenciones quirúrgicas como la vasectomía (sección y ligadura de los conductos deferentes) o la cirugía de varicocele.
¿Cómo se hace el seminograma?
Ahora que ya hemos explicado qué es y para qué sirve el seminograma, profundizaremos en cómo se realiza y para qué se hace el seminograma atendiendo a dos aspectos fundamentales: la obtención de la muestra y su análisis en el laboratorio.
1. Obtención de la muestra
La Organización Mundial de la Salud, en su documento“Manual para el examen del semen humano y la interacción moco semen”, establece una serie de parámetros para garantizar que los resultados de un seminograma son válidos.
- El seminograma debe hacerse siempre tras un periodo de abstinencia sexual no superior a 5 días. Este periodo incluye ausencia de relaciones sexuales y de masturbación.
- Respecto al semen, se obtiene mediante la masturbación del paciente. Previamente, este debe haberse lavado las manos y los genitales adecuadamente.
- La muestra se depositará en un bote estéril, en este caso proporcionado por nuestra clínica. Es muy importante obtener el total del eyaculado, ya que, de no ser así, la muestra no será representativa y el seminograma no tendrá validez.
- Lo ideal es realizar la recogida de semen en nuestra clínica, aunque también es posible hacerlo en el propio domicilio del paciente, siempre que no pasen más de 30 minutos entre la eyaculación y la entrega de la muestra en el laboratorio.
- En este tiempo, la muestra debe mantenerse en condiciones de temperatura y exposición lumínica concretas: se recomienda guardarla en el bolsillo (en contacto directo con el cuerpo) y envolverla en papel de aluminio para evitar que le dé la luz.
2. Análisis de la muestra
En análisis de la muestra se realiza en el laboratorio, estableciéndose dos tipos de parámetros a valorar:
Parámetros a nivel macroscópico:
- Licuefacción. Poco después de la eyaculación, el semen se licua y se convierte en un líquido más fluido debido a la acción de una proteína llamada fibrinolisina. Cuando una muestra no se licua, quiere decir que hay un error en la producción de esta proteína, lo que puede alertarnos de la presencia de alguna patología.
- Color. En condiciones normales, el semen presenta un color blanquecino o grisáceo. Si una muestra presenta color rojizo indicará presencia de sangre y, si es amarillento, puede ser síntoma de una posible infección. En ambos casos, es necesario consultar con el médico.
- Volumen. La OMS establece que la cantidad normal de un eyaculado debe ser mayor de 1,4 mililitros. Si es menor, el paciente padece hipospermia (baja producción de eyaculado) u otros problemas directamente relacionados con la dificultad para conseguir el embarazo.
- pH. El pH es la unidad de medida que permite saber el porcentaje de ácido o alcalino que tiene un líquido o solución. En el caso del semen humano, la OMS establece que el pH debe ser mayor de 7,2. Una cifra menor puede indicar patologías en las glándulas del aparato reproductor masculino.
- Viscosidad. Si el semen es demasiado viscoso puede dificultar la movilidad de los espermatozoides y eso, a su vez, reducir las probabilidades de embarazo.
Parámetros a nivel microscópico:
- Concentración de espermatozoides. La concentración de espermatozoides es un indicativo fundamental para valorar la fertilidad masculina, y es uno de los parámetros que mayor peso tienen cuando hacemos un seminograma. Según la OMS, para estudiar la concentración de espermatozoides se debe tener en cuenta la concentración de espermatozoides por mililitro (ml), por una parte, y el número total de espermatozoides por eyaculado, por otra. En el primer caso, la cifra considerada normal son 16 millones/ml. En el segundo, 39 millones/ eyaculado. Si los valores son inferiores estaríamos hablando de oligozoospermia o criptozoospermia.
- Motilidad. La motilidad es la capacidad de movimiento de los espermatozoides. Para valorar el movimiento total de una muestra de semen, al menos un 42% deben tener movimiento y un 30% movilidad progresiva (es decir, que los espermatozoides se muevan y avancen).
- Vitalidad. Este parámetro determina qué porcentaje de espermatozoides vivos que hay en una muestra. Para comprobarlo, se realiza una prueba de «tinción». Se considera que una muestra es normal cuando el número de espermatozoides vivos es igual o superior al 54%.
- Morfología. Los espermatozoides tienen tres partes: una cabeza, cuello o pieza intermedia y una cola. La OMS califica como muestra de semen morfológicamente normal aquella en la que hay un valor igual o superior a un 4% de “espermatozoides ideales” sin alteraciones en ninguna de sus partes.
- Presencia de leucocitos o células epiteliales. El esperma puede contener, además de espermatozoides, otro tipo de células, entre ellas células epiteliales (por escamación de la piel) o leucocitos. Sin embargo, si un seminograma muestra un alto contenido de leucocitos, es posible que haya una infección.
Equipo Juana Crespo, tu clínica de confianza
En Equipo Juana Crespo disponemos de una unidad de urología especializada en infertilidad masculina y salud del varón donde tratamos patologías prostáticas, urinarias y hormonales que pueden comprometer la fertilidad del hombre.
Además del seminograma, realizamos otras pruebas relacionadas con el estudio del semen, entre ellas el test de Recuperación de Espermatozoides Móviles (REM),estudios de fragmentación de ADN y cultivos de semen.
Si tienes dudas acerca de tu capacidad reproductiva o sobre qué es y para qué sirve un seminograma, te ayudaremos a resolverlas. Consúltanos nuestro equipo estará encantado de hablar contigo.