Muchas mujeres se preguntan qué se siente cuando un óvulo es fecundado, y si este hecho puede venir acompañado por síntomas claros o que puedan identificar.
Lo cierto es que el momento de la fecundación, como tal, no tiene síntomas físicos evidentes.
Incluso pasa desapercibido en la mayoría de los casos.
Hay que tener en cuenta que, una vez es expulsado del ovario, el óvulo permanece en la trompa de Falopio entre 12 y 24 horas.
Pasado ese tiempo, y si no es fecundado, el endometrio se descama, dando lugar a una nueva menstruación y al inicio de un nuevo ciclo menstrual.
Por otra parte, el tiempo de vida de un espermatozoide es de entre uno y tres días (24-72 horas), lo que quiere decir que la fecundación puede producirse desde el momento de la ovulación y hasta tres días después de mantener relaciones sexuales.
En todo caso, y aunque no hablamos de «síntomas de óvulo fecundado», en los primeros días del embarazo la mujer puede sentir algunos cambios y molestias.
El más importante es el manchado o sangrado de implantación.
El sangrado de implantación como «síntoma» de embarazo
La implantación del embrión es el proceso por el cual el óvulo, una vez fecundado, se adhiere a la pared del útero (endometrio) para seguir desarrollándose.
La implantación se produce entre el séptimo y el octavo día del desarrollo embrionario (es decir, 7-8 días después de la fecundación) y puede durar varios días.
Durante este proceso, el embrión «invade» el endometrio y rompe sus vasos sanguíneos para adherirse a este.
Su objetivo es formar nuevos vasos que permitan el intercambio con la sangre materna a través de la placenta y el cordón umbilical.
La rotura de los pequeños vasos sanguíneos del endometrio hace que se produzca una pequeña hemorragia, conocida como «sangrado de implantación», y que podría considerarse uno de los primeros síntomas del embarazo.
Este sangrado tiene una textura ligera y un color rosa o rojizo, pero menos intenso que la sangre menstrual.
Suele ser puntual, aunque algunas mujeres manchan durante varios días de manera leve e intermitente.
En ciclos menstruales de 28 días, el sangrado de implantación se producirá 7 o 10 días después de la ovulación y la fecundación (es decir, sobre los días 21 y 24 del ciclo), por lo que puede confundirse con la propia regla.
Por eso, generalmente son las mujeres con ciclos muy regulares y controlados y aquellas que buscan el embarazo las que mejor suelen identificarlo.
En todo caso, no todas las embarazadas experimentan este manchado.
Primeros días del embarazo y síntomas de que el óvulo ha sido fecundado
A lo largo de la gestación, la mujer sufre muchos cambios, tanto físicos como emocionales.
- Uno de los primeros es la sensación de hinchazón abdominal, que se asocia a los cambios hormonales y que puede agudizarse por la retención de líquidos y el estreñimiento.
- Al principio del embarazo, también son habituales los mareos, las náuseas (con o sin vómito) y la aversión a determinados sabores u olores, aunque esto depende de cada mujer.
- Otro de los síntomas que se siente después de que el óvulo sea fecundado es el incremento de las ganas de orinar. Y es que, aunque esto parece lógico más adelante, cuando el tamaño del bebé presiona la vejiga, puede aparecer ya en los primeros 15 días de embarazo. La explicación está en la hormona gonadotropina, que aumenta la irrigación de sangre en la zona e incrementa las ganas de miccionar.
- Poco después de la fecundación también es bastante normal que la mujer empiece a notar algunas alteraciones en sus mamas. Concretamente, puede sentir hinchazón en los pechos, un leve engrosamiento de los pezones, un aumento de la sensibilidad y una mayor tensión en la zona.
- Durante las primeras semanas del embarazo, es normal que la mujer se sienta más cansada. De hecho, la fatiga y la somnolencia se consideran uno de los principales síntomas del primer trimestre por el rápido aumento de los niveles de la hormona progesterona.
- En estos primeros días, la mujer también puede experimentar humor cambiante, sensación de irritabilidad o tristeza, dolor de cabeza, calambres uterinos, estreñimiento o leve congestión nasal.
Como saber si estoy embarazada
La única manera de confirmar que una mujer está embarazada es realizar un test de embarazo, un análisis de sangre o una ecografía transvaginal, aunque esta última no se suele hacer hasta la semana 7, que es cuando se puede observar por primera vez el latido del embrión.
Sobre las otras dos pruebas:
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Test de embarazo con orina
Los test de embarazo detectan la presencia de la hormona hCG (hormona coriogonadotropa) en la orina.
Esta hormona la producen las células de la placenta que rodean y nutren al embrión (trofoblasto) a partir del sexto día de la fecundación, aunque no se detecta en la orina hasta el día 14.
Algunos test de orina analizan de manera específica los anticuerpos de la subunidad beta de la hormona hCG, lo que no da lugar a errores ni a reacciones cruzadas en la prueba.
En general, los test de embarazo con orina son sencillos, fiables y bastante económicos
Algunos son menos sensibles (detectan a partir de 20 mUI/mL) mientras que otros pueden detectar la hormona a partir de cantidades muy bajas (5 mUI/mL).
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Análisis de sangre
La prueba más fiable para averiguar si se ha conseguido un embarazo es una analítica de sangre para medir la subunidad beta de la hCG.
Normalmente, esta es la opción habitual en los tratamientos de reproducción asistida, ya que estos niveles indican que todo va bien e incluso si se trata de un embarazo múltiple.
Para hacer el análisis y que el resultado sea fiable, es necesario esperar 14 días desde la fecundación (o el día equivalente si se trata de embriones congelados).
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