El descubrimiento de miomas o fibromas uterinos cuando estamos en búsqueda de un bebé, suele suscitar dudas en cuanto a la necesidad o no de operarse. Es cierto que muchas mujeres con algún mioma pequeño logran quedarse embarazadas con facilidad sin que haya ningún problema durante el embarazo. Pero en muchas ocasiones la existencia de fibromas uterinos supone un problema de fertilidad.
Muchas pacientes nos preguntan si hay que operar los miomas antes de una FIV; si esta cirugía les va a retrasar el tratamiento de reproducción asistida; o si al realizar una cirugía van a quedar cicatrices que dificulten el embarazo. Para ayudar a solventar estas cuestiones, hemos preparado este artículo sobre fibromas uterinos y embarazo.
¿Qué son los fibromas uterinos?
Los fibromas uterinos, también conocidos como miomas, son uno de los tumores benignos más frecuentes de la mujer. De hecho, se estima que un 20% de las mujeres en edad fértil pueden presentar miomas.
Los fibromas uterinos tienen su origen en células del músculo del útero. Afortunadamente en un mínimo porcentaje se llegan malignizar. Menos de un 1% de los casos va a dar lugar a un tumor maligno, denominado leiomiosarcoma.
La razón por la que los fibromas uterinos pueden ser un problema para lograr un embarazo es porque pueden afectar al útero en su forma, volumen y función. Estas circunstancias pueden provocar que el endometrio no reúna las condiciones óptimas para que el embrión consiga implantarse, o que se produzcan abortos espontáneos en las primeras semanas de gestación.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de los miomas?
La mayoría de los miomas uterinos no ocasionan ningún tipo de sintomatología. Cuando aparecen manifestaciones clínicas, los síntomas más frecuentes que obligan a consultar al ginecólogo son:
- Sangrado menstrual muy abundante, a veces con coágulos de sangre.
- Sangrado entre periodos.
- Menstruaciones que pueden durar más de lo normal.
- Necesidad de orinar con mayor frecuencia.
- Cólicos o dolor durante los periodos.
- Sensación de estar llena o de tener cierta presión en la parte baja del abdomen.
- Posibles molestias o dolores durante las relaciones sexuales.
Tipos de fibromas uterinos de acuerdo a su localización
No todos los miomas son iguales. Podemos clasificarlos según su localización. Y precisamente esta condición influye en la posibilidad de lograr o no el embarazo con un mioma.
-Mioma subseroso
Es aquel que se sitúa justo bajo la cubierta externa del útero. Este tipo de fibroma crece generalmente hacia el exterior de la cavidad uterina, dando una apariencia abultada al útero. No obstante, no impide ni la gestación ni el parto, por lo que no suele ser necesario extirparlo.
-Mioma intramural
Este tipo de mioma crece en la pared muscular del útero, por lo que puede provocar una deformación del útero. Aproximadamente un 40% de los fibromas uterinos son de este tipo y no se suele relacionar directamente con problemas para concebir. Cuando este tipo de miomas ocupa todo el espesor muscular se denominan miomas transmurales.
-Mioma submucoso
El último tipo de fibroma uterino es el que se sitúa bajo la superficie del revestimiento uterino y crece hacia el interior del útero. Este tipo de mioma afecta al endometrio uterino y suelen ser los que más sintomatología producen y masa problemas de infertilidad pueden dar. Afortunadamente solo suponen el 5% de los casos de miomas uterinos.
Detección y diagnósticos de los fibromas uterinos
Aunque con una exploración física se puede comprobar el tamaño, la forma y la consistencia del útero, así como la presencia de miomas, siempre es preciso confirmar estos hallazgos con pruebas de imagen.
La ecografía es el método más útil para el diagnóstico de los fibromas uterinos, ya que nos permite precisar el tamaño y la localización, y también muchas de sus posibles complicaciones.
Normalmente se trata de una ecografía vaginal, pero en algunos casos puede ser necesaria la ecografía abdominal para completar la exploración.
Se puede completar el estudio con otras pruebas de imagen como una tomografía computarizada pélvica y abdominal para ver los órganos adyacentes y comprobar la posible repercusión del mioma sobre esos órganos.
Una última prueba que podemos solicitar a nuestras pacientes es la resonancia magnética nuclear. Se trata de una técnica de imagen más precisa que la ecografía para detectar y localizar los miomas uterinos, incluso los que sean muy pequeños. Es una prueba que nos resulta de gran utilidad a la hora de planificar la intervención quirúrgica.
¿Es necesario extirpar los fibromas uterinos para facilitar el embarazo?
Como decimos, el hecho de que un mioma afecte o no a la reproducción va a depender del lugar en donde se aloje y del tamaño que alcance.
Por lo general, se recomienda extirpar todo mioma que ocupa la cavidad endometrial o produce una disfunción anatómica del útero, ya que puede impedir que el embrión se aloje y se implante en el endometrio de forma correcta.
Los más patológicos, que nadie discute que haya que quitar, son los miomas submucosos que afectan a la cavidad endometrial. Estos son los fibromas uterinos que en Equipo Juana Crespo abogamos por quitar siempre. Al estar localizados en el endometrio, el acceso es sencillo a través de la vagina mediante histeroscopia.
También aquellos miomas que son muy grandes y voluminosos (más de 4 cm) o comprometen el espesor del útero, es decir, ocupan parte del músculo del útero, es frecuente que los extirpemos. En este caso utilizamos cirugía laparoscópica mediante abordaje abdominal, ya que no es posible llegar al fibroma a través de la vagina.
Tratamiento para fibroma uterino
Como acabamos de comentar, para realizar una miomectomía, que es la extirpación de un mioma, realizamos una histeroscopia quirúrgica o una cirugía laparoscópica.
–La histeroscopia es una técnica mínimamente invasiva que se hace en régimen de hospital de día. Es decir, el ingreso se realiza por la mañana y se obtiene el alta por la tarde. La recuperación es muy rápida y no deja cicatrices.
Esta es la técnica idónea para tratar los miomas submucosos que claramente disminuyen las posibilidades de implantación embrionaria, independientemente del tamaño que tengan.
-La miomectomía laparoscópica es la técnica más adecuada para los miomas subserosos o intramurales que alcanzan un gran tamaño o que afectan al útero. Puesto que no se alojan en el endometrio, no podemos acceder por histeroscopia, por lo que tenemos que recurrir a cirugía abdominal. En estos casos utilizamos cirugía laparoscópica, es decir, introducimos una cámara a través del ombligo que nos permite la visión directa de los órganos y trabajar mediante instrumental altamente sensible que introducimos con incisiones de apenas 5 mm, que no tienen ninguna repercusión estética.
Especialistas en cirugía reproductiva
Tanto la histeroscopia como la laparoscopia son técnicas quirúrgicas que no están exentas de posibles efectos no deseados. Por eso es imprescindible que sean desarrolladas por ginecólogos cirujanos expertos, ya que la cirugía no debe provocar adherencias o debilidad en la pared del útero.
Es necesario tener un especial cuidado, técnica y delicadeza en este tipo de actos quirúrgicos. También el control posoperatorio es esencial para obtener los mejores resultados y conseguir un útero óptimo para albergar un embarazo saludable.
La cirugía reproductiva que llevamos a cabo en Equipo Juana Crespo no solo permite devolver la fertilidad, sino que nos ayuda a mejorar el resultado en los tratamientos de reproducción asistida.
En Equipo Juana Crespo valoramos todos los factores que puedan provocar fallos de implantación reiterados, como pueden ser los fibromas uterinos. Para ello, realizamos un diagnóstico exhaustivo utilizando toda la tecnología disponible como las resonancias, las histeroscopias y ecografías en 3D o 4D.
Si estás buscando el embarazo, pero te han diagnosticado fibromas uterinos, es necesario valorar si esta es la causa que lo impide. Nuestro equipo de profesionales especializados en casos de alta complejidad, junto con el uso de tecnología de máxima precisión, nos permiten devolver la fertilidad y aumentar la probabilidad de un tratamiento FIV exitoso. Llámanos al 961 042 557 o escríbenos a info@juanacrespo.es y reserva ya tu primera visita online o presencial.