A diferencia de los hombres, que pueden producir espermatozoides a lo largo de toda su vida, las mujeres nacen con un número determinado de óvulos. Este número no puede aumentar a pesar de los avances médicos y, por tanto, irá disminuyendo de manera progresiva conforme pasen los años.
La reserva ovárica es la cantidad de óvulos que presenta una mujer en un momento específico. Y, aunque no es el único factor relevante a la hora de determinar las posibilidades de embarazo, sí guarda relación directa con ello.
¿Qué son los folículos antrales?
Los folículos antrales son pequeñas estructuras que contienen los ovarios. Tienen forma de sacos de líquido y ellos contienen, a su vez, los óvulos inmaduros u ovocitos.
Al inicio de cada ciclo menstrual, los ovarios reclutan varios folículos antrales. Uno de ellos se transformará en un óvulo maduro que, llegado el momento, será liberado en la ovulación y esperará en la trompa a ser fecundado por un espermatozoide. En ese momento, el resto de los folículos antrales reciben un mensaje hormonal para desaparecer.
Si no hay embarazo, poco antes de la menstruación, otra cohorte de folículos antrales aparecerá para volver a iniciar el ciclo.
¿Cómo realizamos el recuento de folículos antrales?
Los folículos antrales (en reposo) tienen la forma de una pequeña esfera llena de líquido. Aunque su tamaño es reducido, son visibles al principio del ciclo menstrual, especialmente sobre los días 3-5.
Para saber cuántos folículos antrales tiene una mujer (y, por tanto, cuántos ovocitos podrá tener de cara a la punción ovárica durante un tratamiento FIV), realizaremos una ecografía vaginal. Esta prueba, junto con otras que te explicamos en este mismo artículo, permite a nuestras ginecólogas comprobar la cantidad y calidad de la reserva ovárica.
La prueba es muy sencilla (similar a una revisión ginecológica rutinaria), completamente indolora, y no requerirá de ningún tipo de anestesia. La realizamos en una sala de exploración de la clínica y su duración es de apenas unos minutos.
En ese tiempo, nuestras doctoras observarán los folículos antrales reclutados por el ovario y contarán aquellos que miden entre 2 y 10 mm., que son los que pueden ser susceptibles de madurar y ser fecundados.
¿Cuál es el número de folículos habitual?
Una mujer con una reserva ovárica normal tiene entre 10 y 20 folículos antrales en cada ciclo menstrual, aunque este número puede variar cada mes.
Si el número es menor de 10, nuestro equipo médico considerará que la reserva ovocitaria de la mujer es baja. En estos casos, lo habitual es recomendar a la paciente someterse a un tratamiento FIV para conseguir el embarazo, aunque siempre dependerá de cada caso y circunstancias particulares.
Es posible, por ejemplo, que la futura mamá no solo tenga baja reserva ovárica, sino que la respuesta ovocitaria al tratamiento hormonal también sea baja (lo que denominamos “bajas respondedoras”). En estos casos llevaremos a cabo una estrategia basada en:
- Por un lado, aplicar un protocolo de estimulación que, no solo se adapte a las circunstancias de la paciente, sino que, además, trataremos de seleccionar el ciclo óptimo para obtener el mejor ovocito. Esto conlleva una estrategia a medio plazo, pero nos aseguraremos de que el gameto tenga la mejor calidad de cara a la fecundación y futura implantación del embrión.
- Junto a la aplicación de una estimulación personalizada, estableceremos unas recomendaciones basadas en una dieta adecuada y ejercicio saludable que podremos complementar con: vitaminas, antioxidantes o la toma, por ejemplo, de coenzima Q10. Dichas recomendaciones, junto con un protocolo de estimulación adecuado, pueden mejorar el resultado del tratamiento notablemente.
¿Qué otros casos se pueden dar?
Si el número de folículos antrales es muy bajo y la mujer es mayor de 40 años (lo que consideremos maternidad tardía), puede ser necesario recurrir a un tratamiento de ovodonación.
Sin embargo, antes de recomendar un tratamiento de ovodonación o de adopción de embriones, la doctora realizará un estudio previo de los antecedentes médicos y reproductivos de la paciente o pareja. También solicitará las pruebas complementarias que considere convenientes. Y, por último, con toda la información, decidirá, junto a la paciente, la mejor opción de tratamiento de cara a la gestación.
Si, por el contrario, ocurre el caso opuesto y el recuento de folículos antrales de una mujer es mayor de 20, es posible que existan problemas de ovulación relacionados con el síndrome de ovarios poliquísticos o con el exceso de prolactina en sangre (hiperprolactinemia) que pueden afectar negativamente a la fertilidad.
En todo caso, tener una reserva ovárica baja no significa que no puedas quedarte embarazada. Sin embargo, tus ovarios quizá no respondan a los medicamentos de estimulación ovárica de manera óptima. De ahí que realicemos un diagnóstico previo que nos ayude a establecer la estrategia de tratamiento más adecuada para tí.
¿Para qué sirve el recuento de folículos antrales? ¿En qué casos se recomienda esta prueba?
El número o recuento de folículos antrales está relacionado con la reserva de ovocitos y con la función ovárica.
Es una prueba de fertilidad muy habitual en medicina reproductiva que nos ayudará a valorar tu salud y posibilidades de embarazo.
En líneas generales, el recuento de folículos antrales sirve para:
- Evaluar la reserva ovárica de la mujer.
- Diagnosticar la insuficiencia ovárica primaria.
- Ayudar a diagnosticar el SOP (síndrome de ovario poliquístico).
- Informar a la futura mamá sobre el estado de su fertilidad en relación con su edad (es decir, si tiene más o menos un número promedio de folículos en comparación con otras mujeres de su edad).
Por otra parte, en los tratamientos de reproducción asistida, el recuento de folículos antrales nos ayudará a predecir el número de folículos maduros(dominantes) que pueden ser estimulados y recuperados mediante punción folicular. Esta información tiene una relación directa con el tratamiento hormonal y con las tasas de éxito de la FIV.
¿Existen otras pruebas para conocer la reserva ovárica de la mujer?
Como hemos mencionado anteriormente, el recuento de folículos antrales no es la única prueba para valorar la reserva ovárica de una mujer. Existen otros métodos:
- Uno de ellos es realizar una analítica de sangre, entre los días 2 y 4 del ciclo menstrual, para comprobar la presencia de Hormona FSH(Hormona Folículo estimulante) y los niveles de estradiol y hormona LH.
La primera es la responsable de estimular la maduración de los ovocitos, mientras que el segundo es el estrógeno que activa la hormona LH (ludotropina), que desencadena la ovulación.
- Otro método para medir la reserva ovárica consiste en determinar los niveles de hormona antimülleriana en sangre. Esta hormona guarda una relación directamente proporcional con la producción del ovario: a mayor cantidad de hormona, mayor es la reserva ovárica disponible.
Es importante recalcar que la hormona antimülleriana únicamente nos aportará información con respecto a la cantidad de ovocitos, pero no acerca de la calidad de los mismos.
A la hora de valorar la fertilidad de una mujer y su reserva ovárica, conviene valorar todas estas pruebas en su conjunto. Las dos primeras (analítica de sangre y ecografía vaginal para el recuento de folículos antrales) deben realizarse en un momento concreto del ciclo menstrual, mientras que la tercera (niveles de hormona antimülleriana) podemos realizarla en cualquier momento.
En Equipo Juana Crespo somos expertos en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con baja reserva ovárica. ¿Tienes dudas sobre esta u otras especialidades? Contacta con nosotros y háblanos de tu caso.