Las hormonas son sustancias fundamentales en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Circulan por la sangre y algunas de sus funciones son regular los procesos bioquímicos del organismo y controlar algunas funciones de los órganos.
Así, las hormonas son las responsables del crecimiento y del desarrollo, del funcionamiento de ciertos órganos, del uso y el almacenamiento de energía o de controlar los niveles de líquidos, sal y azúcar en sangre.
Las hormonas también tienen un papel determinante en la sexualidad y son claves en la reproducción. De hecho, si estás pensando en quedarte embarazada o si tienes previsto realizar un estudio sobre tu fertilidad para valorar tu salud reproductiva, uno de los primeros pasos que llevaremos a cabo en Equipo Juana Crespo será hacer una valoración de tus niveles hormonales y un test de fertilidad.
Tus hormonas también jugarán un papel fundamental durante el embarazo y, posteriormente, durante el parto.
¿Cuáles son las hormonas sexuales femeninas?
Tanto los hombres como las mujeres tenemos hormonas sexuales. Las hormonas sexuales masculinas por excelencia son los andrógenos, mientras que los estrógenos son las hormonas sexuales femeninas más conocidas. En ambos casos, la regulación de su producción se realiza a través del sistema endocrino y del eje cerebro-hipotálamo-hipófisis.
En el caso de la mujer, los ovarios serán el órgano responsable de la producción de hormonas de las que seguro habrás escuchado hablar a menudo a tu ginecóloga:
- Los andrógenos
- Los estrógenos
- La progesterona
Los dos primeros (la progesterona y los estrógenos) controlan el ciclo ovulatorio y, cuando se mantienen en los niveles correctos, mantienen el sistema reproductivo femenino en un buen estado de salud.
Si nos centramos en los estrógenos, el más importante a tener en cuenta durante el embarazo es el estradiol. La mujer produce esta hormona durante su periodo fértil, aunque sus niveles varían según la fase del ciclo menstrual en la que se encuentre.
El estradiol activa la producción de la Hormona Luteinizante (LH) para desencadenar la ovulación, y favorece el crecimiento del endometrio durante la primera mitad del ciclo menstrual.
La progesterona, por su parte, es clave para el mantenimiento del embarazo: hace que el endometrio sea más receptivo, relaja los músculos del útero para favorecer la implantación embrionaria, espesa el moco cervical para formar el tapón mucoso (una sustancia mucosa y gelatinosa que se forma en el cuello del útero y que funciona como una barrera protectora del bebé) y estimula la producción de leche materna después del parto.
¿Cuáles son y qué papel juegan las hormonas en el embarazo?
Las hormonas sexuales tienen un papel muy importante antes, durante y después del embarazo. Las principales hormonas asociadas al embarazo son:
Gonadotropina coriónica humana (HCG)
Conocida como «la hormona del embarazo«, la HCG únicamente circula por la sangre de la mujer cuando está gestando, siendo el principal indicio de embarazo. De hecho, los test de embarazo se basan, precisamente, en la detección de esta hormona en la orina.
La gonadotropina coriónica humana suprime la menstruación, evita la desintegración del cuerpo lúteo del ovario y aumenta la producción de progesterona y estrógenos. Su presencia se asocia con mareos o vómitos, dos de los principales síntomas que muchas mujeres sufren durante las primeras semanas del embarazo.
Estrógenos
Los estrógenos son un grupo de hormonas que tienen la responsabilidad de desarrollar las características del sexo femenino, favoreciendo el crecimiento de los folículos y la maduración de los ovocitos.
Durante el embarazo, estas hormonas son las encargadas de facilitar el crecimiento y desarrollo de la placenta, y también del desarrollo de los órganos y las características sexuales del bebé. El notable aumento de los estrógenos durante esta etapa de la vida de la mujer es responsable, entre otros factores, de la retención de líquidos, de los cambios de pigmentación en la piel o de las molestias en los pechos, tan propias del embarazo.
Progesterona
La progesterona, como hemos mencionado antes, se produce en los ovarios y, durante el embarazo, en la placenta. Su producción aumenta mucho tras la fecundación, ya que su principal objetivo es facilitar la implantación embrionaria mediante el adecuado acondicionamiento del endometrio.
Además de estas funciones, la progesterona permite que el sistema defensivo materno reconozca al embrión como propio, limita la actividad muscular uterina y refuerza la pelvis para el parto.
El aumento de progesterona se relaciona también con síntomas como: cefaleas, aumento de la temperatura corporal o estreñimiento.
Oxitocina
Esta hormona es la principal responsable de poner en marcha las contracciones del útero para iniciar el parto. A lo largo de todo el embarazo, la mujer segrega oxitocina. La cantidad aumenta progresivamente en las últimas semanas para facilitar la dilatación del cuello uterino y la efectividad de las contracciones.
Relaxina
La relaxina es otra de las hormonas más importantes en la etapa de embarazo. Esta hormona favorece la penetración de los espermatozoides en los ovocitos y la formación de la placenta.
En la última fase del embarazo, también se encarga de relajar músculos y las articulaciones, favoreciendo la elasticidad de la musculatura y la movilidad de las estructuras articulares del canal del parto.
Prolactina
La prolactina es la responsable de regular otras hormonas que participan en la ovulación y en la menstruación.
Durante el embarazo, es la encargada de estimular el crecimiento del pecho de la mujer y, tras el parto, de producir la leche materna. Además, la presencia elevada de prolactina en sangre puede considerarse un síntoma de embarazo, aunque no siempre es un factor definitivo.
Como habrás comprobado tras la lectura de este artículo, las hormonas tienen un papel muy importante en tu fertilidad y son una de las claves más importantes para el éxito de cualquier tratamiento de reproducción asisitida. De ahí la importancia de seguir al pie de la letra las indicaciones de nuestras ginecólogas con respecto a tu medicación, ya sea de cara a la estimulación ovárica o a la preparación del endometrio previa al “transfer”.
Si tienes dudas sobre este u otros temas relacionados con tu salud reproductiva, consúltanos y te asesoraremos sin compromiso.